viernes, 23 de septiembre de 2011

Estación

Estoy en la estación. Corro, corro como nunca para intentar frenar a esa persona que me saca un par de metros de distancia, todo para que no cometa la mayor estupidez de la historia.

Me asomo por encima de la gente ya que le pierdo de vista entre la multitud, la cual está en una de las estaciones más transitadas de todo Londres.

Le vuelvo a divisar, está subiendo las escaleras. "Espera" le grito aunque en vano ya que mi voz se ahoga entre tanto ruido.

Empiezo a correr aún más, cuando uno de los trenes suena dando la sensación de que se dispone a marchar y él sube corriendo antes de que las puertas se cierren. Intento detenerlo pero no llego. Si tan solo fuera trabajo, si supiese que va a volver, si supiese que no es simplemente por el miedo que tiene...

Me siento en uno de los bancos que está en el arcén, tapándome la cara con las manos., intentando no llorar aunque no puedo evitar que se derrame alguna que otra lágrima.

"Ya está, ¡me rindo! Lo he vuelto a perder." digo en voz alta. "Después de que el destino me concede una segunda oportunidad para poder estar con él, ¡va y me lo arrebata de nuevo!"

Oigo una voz a mis espaldas que me dice: "No te puedes rendir sin luchar, nunca te lo perdonarías."

Me giró mientras le respondo "que sabrás tu a lo que me refiero", cuando le veo: ¡es él!

Se acerca a mí despacio mientras las lágrimas no dejan de salir. Ahí, en medio de una estación ya casi medio vacía, nos abrazamos como si no existiese un mañana.

- Lo siento. – me susurra al oído una y otra vez. – Siento no haberme dado cuenta antes de cuánto te necesitaba en mi vida, por muy egoísta que eso pueda sonar."

- Tranquilo, ya pasó.

- No, no ha pasado. Me fui pensando que sería lo mejor para ambos cuando en realidad me cegaba el miedo, el miedo a perderte. No me puedo creer lo estúpido que he sido. Me di cuenta de mi error cuando te escuché gritar el “espera”.

- ¿Pero cómo? Si yo te vi subiéndote al tren... – le dije mientras me separaba para poder verle mejor.

- Imposible mon amour, desde que oí tu grito te he estado buscando por toda la estación para asegurarme que no eran alucinaciones mías.

Y así nos fundimos en un beso, un beso tierno y cargado de cariño con el que firmamos nuestro futuro juntos.

1 comentario:

  1. Que relato tan bonito y tan romántico!
    Ojalá se produjera eso en la realidad,estaría muy bien!

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