Extracto

El problema es que fui dejado sin supervisión, y en ese instante, el caos encontró su oportunidad perfecta. No es que yo lo buscara, pero había algo en el silencio y la soledad que susurraba tentaciones que no podía ignorar. El mundo se convirtió en un tablero, y cada sombra parecía un movimiento que podía controlar.

 

Hogar

Le escucho tararear una canción sin sentido, mientras sus pensamientos parecen perderse en un mundo lejano. Sus ojos, normalmente llenos de vida, ahora reflejan una melancolía que no puedo descifrar. Me acerco lentamente, intentando no interrumpir su momento de introspección.

—¿Estás bien? —pregunto suavemente.

Él levanta la mirada, sorprendido por mi presencia, y esboza una sonrisa débil.

—Sí, solo estaba recordando viejos tiempos —responde, su voz teñida de nostalgia.

Me siento a su lado, esperando que continúe. Después de un momento de silencio, comienza a hablar, compartiendo historias de su juventud, de amores perdidos y sueños olvidados. Cada palabra parece aliviar un poco de la carga que lleva en su corazón, y me doy cuenta de lo importante que es escuchar, realmente escuchar, a aquellos que nos rodean.

Baile Oscuro

El diablo le invitó a bailar la melancólica melodía, y aunque sabía que aceptar significaba perderse en un abismo de recuerdos y sombras, sus pies comenzaron a moverse al compás de la música. Cada paso resonaba con el eco de antiguas penas, y las notas arrastraban consigo suspiros olvidados y lágrimas derramadas.

A su alrededor, la oscuridad se espesaba, formando un círculo cerrado donde la luz apenas podía penetrar. Sin embargo, en ese momento de desesperanza, la danza se convirtió en una conversación silenciosa entre dos almas perdidas. El diablo, con sus ojos brillantes y su sonrisa enigmática, guiaba con una elegancia sombría, mientras ella se dejaba llevar, sintiendo la carga de cada emoción como si fuera un pesado manto.

La melodía avanzaba, envolviéndolos en una espiral descendente. En ese ritmo hipnótico, ella comenzó a ver imágenes del pasado: rostros queridos que ya no estaban, lugares que solo existían en sus recuerdos, y sueños que se desvanecieron con el amanecer. Era como si cada nota abriera una puerta a su interior, revelando los secretos y miedos más profundos que había escondido durante tanto tiempo.

Juramentos Rotos

En la noche más profunda, una figura se acerca a uno de los establos más débilmente iluminados. No había dado ni un paso en su interior cuando una mano le agarró de la pechera y tiró de él urgiéndole a entrar.

– ¿Pero qué te pasa? ¿Qué es toda esa urgencia?
– ¡Eres un traidor! – le espetó con un empujón a la vez que desenfundaba su puñal – ¡Me lo prometiste! ¿O acaso tu juramento fue en vano?
– ¿De qué hablas? -preguntó confundido mientras esquivaba las furiosas estocadas.
– Ya no tienes que esconderlo más Alaric. Lo sabe todo el pueblo.

Paró en seco, podía notar como se le iba el alma del cuerpo, ganándose un pequeño corte en la manga de la camisa y que la joven acabase en el suelo.

– Ella, te juro que puedo explicártelo - susurró al mismo tiempo que la ayudaba a incorporarse.
– No lo hagas, no jures en vano. Sabes que se puede enfadar y es lo último que necesitas ahora mismo. - exclamó preocupada mientras se alejaba del otro.

Alaric no pudo evitar mirarle dolido, detestaba cuando ella decidía marcar las distancias entre ambos. Se conocían desde pequeños, habían jugado en el barro juntos, habían soñado junto a Ivo que recuperaban tesoros y ganaban innumerables batallas.

El amor no miente

No quiero darte lecciones ni sermonearte pues solo quiero lo mejor para ti. Sé que crees que puedes cambiarlo, pero solo es un lobo con piel de cordero. Tarde o temprano descubrirás que el diablo no negocia.

Cuando te des cuenta, será tarde. Las promesas rotas y las mentiras sutiles habrán dejado cicatrices en tu corazón. No quiero verte sufrir, ni verte atrapada en una red de engaños que solo lleva a la desilusión.

Recuerda que el verdadero amor no duele, no manipula, ni se disfraza de lo que no es. Si sientes que debes cambiar para que te quiera, entonces no es amor, es una trampa. Por favor, abre los ojos y mira más allá de las palabras dulces y las promesas vacías.

Eres fuerte, eres valiosa, y mereces alguien que te respete y te ame por quien eres, sin máscaras ni juegos. No dejes que nadie te haga dudar de tu valía. El amor verdadero te hará sentir segura, querida y respetada, no atrapada en una ilusión peligrosa.

Cuídate y no olvides que siempre estaré aquí para apoyarte, sin importar lo que decidas. Pero por favor, no ignores las señales. El tiempo revela la verdad, y es mejor estar sola que mal acompañada.

**Devil Doesn't Bargain

Deseo

Se encontraron en un rincón apartado, lejos de las miradas curiosas y los oídos atentos. Cada encuentro era un acto de clandestinidad, un juego peligroso que desafiaba las normas impuestas por la sociedad. Sus miradas se encontraron en un silencioso entendimiento, reflejando el deseo y la complicidad que compartían.

El roce de sus manos era fugaz pero eléctrico, como si cada contacto encendiera una chispa prohibida. Se abrazaron con la pasión contenida de quienes saben que su amor está destinado a permanecer en las sombras. Sus labios se encontraron en un beso furtivo, lleno de anhelo y desesperación, como si cada segundo juntos fuera un tesoro precioso que debían atesorar.

El peso del secreto se cernía sobre ellos, pero en ese momento, todo desaparecía ante la intensidad de su conexión. El mundo exterior se desvanecía, dejando solo el eco de sus susurros y el latido acelerado de sus corazones. Sabían que cada encuentro era arriesgado, pero también era la única forma de alimentar el fuego de su amor prohibido. Y así, en la penumbra de la noche, se entregaron el uno al otro, sabiendo que su amor era más fuerte que cualquier barrera impuesta por la sociedad.

**Como siempre, fotografía extraída de Pinterest, créditos al respectivo autor. La verdad es que no estoy subiendo todo lo que escribo pero porque hay cosas que me parece que no son muy aptas a estar por estos lares.

Callejón

Caminaba por un callejón estrecho y poco iluminado en lo que parecía ser una noche tranquila cuando su atención se desvió hacia un rincón oscuro donde yacía un cuerpo inerte.

La escena era sobrecogedora: el cuerpo estaba tendido en el suelo, las sombras lo envolvían impidiendo que sus contornos fueran distinguibles.

El aire estaba cargado de una sensación pesada y ominosa. El silencio era casi palpable, interrumpido solo por el eco de los propios pasos del individuo y el latido acelerado de su corazón. Podía percibir el olor metálico de la sangre o, incluso, el rancio de la descomposición. Las luces débiles de las farolas apenas alcanzaban a iluminar la escena, creando una atmósfera aún más inquietante.

Su mente se llenó de una mezcla de incredulidad y horror al enfrentarse a la realidad brutal de la muerte. Pudo sentir como un escalofrío recorría su espalda mientras se preguntaba qué pudo haber llevado a esa persona a ese trágico final.

El miedo se mezcló con la curiosidad y la necesidad de entender lo que había sucedido.

Medieval

En las vibrantes calles empedradas de una antigua ciudad, las luces de las antorchas iluminaban las noches y el bullicio de la gente llenaba el aire.

Durante las fiestas de la ciudad las calles se llenaban de coloridos puestos de comida, juegos y espectáculos. La gente venía de todas partes para unirse a la celebración, ansiosos por disfrutar de la alegría y el entretenimiento que ofrecía la ciudad.

Esos días el juglar brillaba como una estrella. Con su mandolina y su voz encantadora, conquistaba a la audiencia, llevándola en un viaje de emociones a través de sus relatos y melodías. Desde las plazas hasta las tabernas, era el alma de la celebración, haciendo que cada momento fuera memorable y lleno de alegría.

Las fiestas de la ciudad pasaban rápidamente y, aunque el bullicio de la celebración eventualmente se desvanecía, el espíritu alegre y la inspiración que aquel juglar había traído a la ciudad vivían eternamente en las melodías que resonaban en las calles, recordando a todos que la magia de un buen juglar nunca desaparece.

*Para este relato me inspiré en la anterior fotografía de Pinterest (créditos al respectivo autor). Como os dije en otra entrada, lo uso un poco a modo Dixit.

Ciudad en llamas

La ciudad ardía. El rugido del fuego y el crujir de las estructuras desmoronándose llenaban el aire, mientras los habitantes corrían en todas direcciones, buscando desesperadamente un refugio contra el terror que se desataba a su alrededor. Las calles, una vez bulliciosas y llenas de vida, se habían convertido en un laberinto de peligro y desesperanza. El cielo nocturno se oscurecía aún más con el humo denso, mientras que el crepitar de las llamas era la única música que acompañaba la escena dantesca. En medio del caos, los edificios se desplomaban como gigantes heridos, y el clamor de la tragedia se elevaba hacia las estrellas, buscando algún eco de compasión en el universo indiferente. En el corazón de aquel tumulto apocalíptico, cada paso era una lucha contra el miedo y la incertidumbre, pero también una prueba de la resistencia del espíritu humano ante la adversidad más oscura.

Lucha

Si piensas que tras hacer lo que hiciste te equivocaste, acertaste. Esto es la guerra, es el momento de luchar para proteger lo que quieres y para defender tus ideas.

En esta batalla se verá el papel que desempeña cada uno, nadie podrá engañar a los demás. Es el momento de la verdad, el momento de destapar cada una de las mentiras dichas.

Aquí termina una etapa llena de engaños y mentiras, aquí termina tu dominio; pienso luchar hasta acabar con esa tiranía que gobierna mi mundo y es que a partir de aquí empieza una nueva etapa en la que no estás presente.

Ahora tengo gente cubriéndome la espalda, ayudándome en ese campo de batalla en plena ebullición que es la vida. Se que no saldré ilesa, puesto que los golpes pueden llegar de cualquier lado, pero saldré más fuerte y esas heridas me servirán para demostrar que ni en los peores momentos me rendí.

Más allá de las aguas turbulentas, aquí comienza un nuevo mundo, una nueva etapa alejada de ti, de los miedos y de las inseguridades que un día me paralizaron.

Esta vez, esa lucha continua, la capitanearé yo.





*Este relato es una nueva versión de otro ya publicado en el blog: Esto es la guerra

Sombras

No puede dejar de mirarse las manos mientras de fondo escucha disparos distorsionados. Intenta llegar hasta la otra persona pero ahora era demasiado tarde; "¿Qué he hecho?" era lo único que pasaba por su mente una y otra vez.

Estaba en estado de shock, al lado tenía el cuerpo de una persona que había matado; sus manos estaban ahora cubiertas de sangre.

"Despierta muchacho" le gritó una de las sombras que pasaba a su lado.

¿Pero es que no ve lo que he hecho?, no puede evitar preguntarse, ¿acaso estaba privado del sentido de la vista? Ese cuerpo le pertenecía a alguien, tenía familia y amigos que se preguntarán por su paradero, del por qué no llama.

"Aquí hay que disparar a matar, apunta directo al corazón porque ellos no dudarán en hacer lo mismo contigo", le recrimina otra sombra.

Escondido en uno de los callejones, la oscuridad es su mejor aliada. Enterrados entre esas paredes están los mejores secretos, nada es lo que parece pero nunca los oirás hablar. Una vez los hayas visto no habrá vuelta atrás, estarás en desventaja, no podrás luchar contra ellos.

*Para este relato me inspiré en la siguiente fotografía de Pinterest (créditos al respectivo autor), últimamente lo uso un poco a modo Dixit 

Bailarina

Se mecía suavemente de lado a lado siguiendo el ritmo de la canción con una suave sonrisa adornando su rostro. Cada tímido balanceo era como si quisiera responder al llamado de la música. Las distintas notas parecían acariciar su alma, envolviéndola en una atmósfera de paz y felicidad.

Poco a poco fue soltándose; sus pies descalzos se deslizaban con gracia por el suelo mientras su figura se fundía con la atmósfera, como si fuera parte de la misma melodía que llenaba la habitación.

Cada movimiento era una historia en sí mismo, una expresión de la delicadeza y la fuerza que solo una bailarina de ballet podía transmitir. Sus brazos trazaban arabescos en el aire, como alas extendidas, mientras sus piernas ejecutaban pasos con una precisión asombrosa. Cada gesto estaba imbuido de emoción, cada salto llevaba consigo un suspiro de libertad. Era como si el universo entero se hubiera alineado para presenciar aquel momento único de armonía y gracia.

Bullicio

Le encantaba el bullicio de aquella cafetería: el aleatorio de Youtube, la charla distinguida de los que estaban consumiendo algo, los ruidos de la cafetera; no sabía por qué pero había algo en todo eso que le calmaba un poco. Llevaba un tiempo siendo el tipo de espacio en el que mejor se concentraba; da igual que fuese leer, estudiar o, incluso, hacer trabajos, simplemente era el mejor lugar para ello. Es una sensación que echaba de menos pues, cuando peor estaba, tendía a rehuir de ese tipo de espacios - bien fuese porque no podía estar mucho tiempo en el mismo lugar antes de empezar a sentirse incómoda o bien fuese por los ruidos, los cuales le resultaban siempre demasiado molestos.

Reloj de cuco

25, 26, 27, 28, 29. El segundero del viejo reloj de cuco no dejaba de moverse. Escasas semanas atrás tuvieron que volver a darle cuerda y ponerlo en hora pero el viejo cuco no cantaba desde hace años.


Desde que él empezó a enfermar nadie se molestó en cuidar de aquel pequeño pajarillo, dejándolo de lado a él y a su nido que, con el paso del tiempo, empezó a dar mal las horas, entrando de vez en cuando en bucle la manija del segundero. De ahí fue el pájaro quien dejó de cantar, como si supiese que la atmósfera en aquella casa era demasiado triste y que no lograría alegrarla con su pequeño piar.

Nostalgia

Echo de menos a mi yo de la última entrada. Esa que tenía tantas ilusiones y sueños que poco a poco, con el paso del tiempo y la suma de obligaciones, se han ido apagando.

A veces me gustaría volver a aquella etapa en la que me encantaba escribir, aunque fuesen pequeñas tonterías pero estoy plagada de miedos.

Lo anterior fue escrito en 2019, años más tarde la misma sensación sigue ahí. Hay historias que me dan un poco de vergüenza ajena pero siento que son parte del blog por muy malas que sean y no las quitaré. De momento me he dado el paso de cambiar el usuario con el que escribía, pero no sé si alguna vez conseguiré volcar aunque sea los pequeños textos que he ido escribiendo en el último año. Supongo que solo necesito tiempo.